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jueves, 15 de agosto de 2013

NO HAY MAS PREGUNTAS



Leo un artículo de Gregorio Morán, al que admiro por su inmensa cultura, valentía, y precisión para expresar ideas. Un artículo sobre el silencio de las preguntas. Cuando siempre ha sido un problema encontrar respuestas, en España ahora lo que cuesta es preguntar. Desde el “ahora no toca” de Jordi Pujol hasta las sonoras ausencias del señor Rajoy, que hasta las comparecencias al congreso se las trae redactadas por sus abogados y lee sin apartarse un ápice, cual culpable que debe sentirse de algún delito. “Esto ya lo dije”. “Ya dije cuanto tenía que decir”. La mirada baja, una sonrisa húmeda, floja, cobarde. La cobardía no es honorable, y desde un puesto de tanto poder es patética. El buen profesor genera preguntas. Y no solo preguntas, sino preguntas inteligentes, porque busca respuestas inteligentes, porque pretende que sus alumnos acaben siendo mejores de lo eran a principio de curso. Cuando uno evita preguntas, se esconde de algo. Refleja desinterés, desprecio al otro, soberbia. Tiene miedo. ¿De qué tiene miedo señor Rajoy? ¿Es ir contra el interés del estado o contra el de usted solo pedirle explicaciones? Dígalo ya. Cobró en negro como lo hizo Aznar, como lo hicieron muchos de su partido, agarrados por donde más duele por modestas cantidades mientras un tipo listo se reía de todos y se apropiaba de fortunas. Quien parte y reparte…
Estamos cansados de gente en el poder que confunde el estado con su propia lucha personal, que hace de patria, nación, lengua o bandera una venda con la que cegar los ojos de la juventud aburrida o contestataria, o de los resentidos con sus propias vidas. El odio al otro, la paja en ojo ajeno, los radicalismos y fanatismos, han constituido siempre el refugio, la huida hacia delante de los desesperados, de quien nada tiene que perder.
El gobierno de España necesita una renovación urgente. Menos partidos de ideas, que solo generan embrollos y despilfarros, hordas de ladrones inmorales, y más profesionales de la gestión que se acerquen a las circunstancias reales, que resuelvan problemas en lugar de crearlos, los problemas de la población, no los propios o los de sus socios. Qué podríamos estar evitando de haber destinado los billones de los rescates bancarios a I+D, a reducir carga impositiva, a condonar deuda hipotecaria a la población, a construir centrales nucleares, a subvencionar la emigración como fuente de apertura mental, a exteriorizar las PIMES, a reconvertir la España de trabajadores en una España de empresarios, a recortar los cargos políticos, las subvenciones políticas, a desligar a los sindicatos de las ubres del poder, a desamordazar al poder judicial y los medios de comunicación.
Rilke aconsejó a un joven poeta que disfrutara de las preguntas porque tal vez no encontraría todas sus respuestas. ¿De qué podemos disfrutar ahora?

martes, 6 de agosto de 2013

EN MANOS DE LADRONES



“Sus recetas son abaratar más el despido, reducir el número de contratos (apostando por el llamado contrato único, con indemnización por despido inicial muy baja que aumenta progresivamente con la antigüedad), liberalizar los descuelgues de convenios, suprimir del todo la ultra actividad de los acuerdos colectivos y la indexación de los salarios a la inflación, reducir el margen de los tribunales para declarar ERE y despidos como improcedentes y reducir el coste de contratación de los trabajadores más jóvenes y con menos formación”.
Las recetas de Chirstine Lagarde, Fondo Monetario Internacional, o de su equipo de expertos, para mejorar la situación laboral en España dan vértigo y una gran sensación de improvisación. Pero tal vez, ante panorama tan desolador, con Chipre o Grecia en la memoria reciente, podemos reaccionar de modo positivo, con un cambio de modelo que impulse a trabajar más para nosotros mismos que para otros. Tal vez entonces habrá una masa crítica suficiente que no vea con buenos ojos los tipos impositivos del 50% en el IRPF, el gravamen a las herencias y al patrimonio o el 21% de IVA.
La fuerza moral que puede tener el equipo FMI, cuyos miembros deben cobrar entre  8.000-30.000 euros de sueldo mensual, más dietas, más escuelas y vivienda, para recomendar una bajada del 10% del salario de los españoles, uno de los más bajos de Europa Occidental, es muy pequeña. (¿por qué el 10? ¿Es bonito? ¿Es redondo? ¿Es realmente suficiente? ¿Es la solución?)
Son gente que ve la vida desde lo aprendido en escuelas de negocios, desde la teoría. Nunca han creado una empresa. Hablan, se palmean las espaldas, se besan y dan la mano y en el avión o el hotel “five stars or grand luxe” juegan con el mini laptop a arreglar el mundo, tranquilos, relajados. Su sueldo estratosférico está asegurado, su puesto es variable, pero siempre habrá otro cargo esperando, los hijos colocados en buenas universidades, los maridos o esposas, quién sabe.
Con sueldos entre los más bajos de la Europa occidental, en los años 90 un médico podía llegar a los 2000 euros mensuales. En 2010 el sueldo sin guardias era aproximadamente el mismo. Desde entonce lo han bajado tres veces. Nos colaron la inflación encubierta de la eurización, y todo lo que costaba poco más de 100 pesetas pasó a 166.83.
Ya basta de mentiras. Los sueldos de políticos, bancarios y otras alimañas se los auto-justificaban en base a la gran responsabilidad que entrañaban sus cargos. Ahora, en el momento de la verdad nadie es responsable. Pues si no son responsables, que devuelvan todos sus ingresos y privilegios a las entidades que se los dieron. Da vergüenza escuchar a gente como Narcis Serra y compañía escaqueando cualquier responsabilidad del caso Caixa Cataluña, como en su día lo hizo Jordi Pujol con Banca Catalana. ¿O es que no tenemos memoria? Es muy sencillo. La entidad se ha hundido y usted era el capitán y cobraba por ello. Pues usted es el responsable y debe pagar.
Bajar sueldos y subir impuestos parece la solución a todos los problemas. Combaten con números un problema de cultura y de ilusión. Mientras, nadie habla de la burocracia y el latrocinio que genera el estado al individuo cuando se trata de emprender, de montar una empresa en España. De eso no hablan los burócratas de FMI. En Latinoamérica se han sacudido al FMI de encima siempre que ha podido por algún  motivo.
(2012)  El ministro de Asuntos Exteriores ecuatoriano, Ricardo Patiño, aseguró la semana pasada en un encuentro en el capital mexicana que la clave para el crecimiento de su país en los últimos seis años ha sido expulsar al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Mundial (BM), cuyas directrices causaron una endémica crisis social en el país durante las últimas décadas.
“Las claves para nuestro crecimiento fue expulsar al Fondo Monetario Internacional y al Banco Mundial, es lo mejor que hemos hecho. Lo mejor que puede hacer un estado latinoamericano es desembarazarse de los consejos odiados del FMI y del BM, que a nuestro país le hicieron un daño incalculable, no un daño en las cifras macroeconómicas sino en la vida de la gente”, afirmó.
http://alasombradeunmaguey.wordpress.com/2012/09/15/lo-mejor-que-hemos-hecho-ha-sido-expulsar-al-fmi-y-al-banco-mundial-canciller-de-ecuador/
El FMI y el gobierno de España proponen soluciones numéricas en tablas de Excel a una situación que necesita más bien un cambio cultural, como el de que los españoles prefieran emprender que ser funcionarios o empleados, es decir que deseen tomar riesgos, montar negocios, ser sus propios jefes, decidir cómo organizar su trabajo, cuándo abrir y cerrar sus negocios, dónde ubicarlos, con quién asociarse. Hoy en día solo las comunidades norteafricanas, latinas y chinas parecen seguir este principio. Las calles de Barcelona, aparecen sembradas de pequeños bazares, fruterías o restaurantes que abren a todas horas, todos los días, con precios competitivos y calidades aceptables. Se convierten en puntos de referencia en los barrios que se ubican porque ofrecen el servicio que la gente necesita. Nadie comenta que compra o come en los chinos o los paquis, pero es ahí donde encuentra aquello en un domingo o a las diez de la noche.
Sobran normativas locales y falta libertad para el emprendimiento. Que no nos vengan con recetas desde Bruselas. Han demostrado que no tienen ni idea. Y sus remedios, en cualquier caso, solo les satisfacen a sí mismos.

viernes, 2 de agosto de 2013

ESPANYA SECUESTRADA. ¿QUIEN PUEDE SALVARNOS?



Desde hace tiempo, desde mediados o finales del gobierno de Felipe González,  España vive secuestrada por hordas de desalmados, de gentuza que viene de lo peor de cada casa, los más vagos de la clase, los más aprovechados, los menos escrupulosos, menos sensibles. ¿Puede uno vivir sin empatía? El tema de la empatía se repite en la literatura y el cine, y afecta a profesiones y actividades como la medicina o la política. Películas como Blade Runner (y más en profundidad la novela de la que parte, ¿Pueden los androides soñar con ovejas eléctricas?) u Oblivion recalan en una cualidad intrínsecamente humana, la capacidad de sentir por y con el otro, de ponerse en su lugar. Pero he conocido la situación opuesta, típica en las cadenas de mando, la necesidad de olvidar un pelaje incomodo, de abandonar la crisálida de gusano que se arrastraba por el suelo sufriendo humillaciones y ahora levanta el vuelo metamorfoseado en mariposa, leve, grácil y orgullosa y que, soberbia, reniega de su pasado. (No pidas a quien pidió ni sirvas a quien sirvió)

En la época que nos toca vivir, el grado de desprecio de nuestros gobernantes por “the ordinary people” es casi comparable al de los monarcas franceses del siglo XVIII (si no tienen para comer pan, que coman pasteles). Los recortes sociales se efectúan con la misma mano que otorga rescates bancarios de 20.000 millones de euros. Y las mismas bocas y manos que piden austeridad y bajadas de sueldos a la población desde Madrid o Bruselas autorizan legiones de asesores personales, mantienen instituciones estatales inútiles, viajan en primera clase, se asignan sueldos millonarios, o aceptan sobresueldos, declarados o no. 

Acaso nuestros políticos, en el ascenso a veces lento y desesperado por las densas y espinosas tramas de los partidos y reglas del juego democrático, sufran tanto como el gusano o el escarabajo de Kafka, y aquellos que no mueren por el camino llegan al poder con la sed y hambre de los Bolcheviques que asaltaron el Kremlin o ciudadanos franceses que invadieron Versalles. Hambrientos, codiciosos, vanidosos, despreciativos, solo hay que pensar en la cara de un ex jefe de gobierno o de su mujer, que casaron a la hija con fasto de reina, en la forma de mirar, en el lenguaje corporal, en el profundo desprecio que vertían sus palabras a todo lo que no fuera con ellos. O en la forma de hablar de Cataluña como si fuera suya que tienen aquellos políticos que evaden o guardan capitales en cuentas en Suiza, que llevan a sus hijos a colegios extranjeros, o que se compran viviendas multimillonarias en las mejores calles de Barcelona con el sueldo del cargo o del partido (¿seguro que no hay algo más?)

La justicia no es igual para todos. Casi la totalidad de la cúpula de un partido político como Unió Mallorquina está en la cárcel, mientras que en otros reinos de taifas como Catalunya, “todos los hombres del presidente” siguen en libertad después de haberse probado delitos de apropiación indebida, malversación y evasión fiscal. ¿Dónde están los Prefanfetas, Alavedras, Millets y compañía? Y un payaso con tupe y mandíbula de Madelman nos recuerda en Cataluña el derecho a decidir, cuando su pseudosocio traicionero y cambiante, Esquerra republicana, va llenando los sacos de votos de electores decepcionados por los recortes, olvidando todos que entre éstos y aquellos arruinaron a la Generalitat, el gobierno catalán.

A día de hoy, los banqueros que descapitalizaron el sistema bancario están en la calle con pre-jubilaciones millonarias (en España solo pueden prejubilarse cobrando fortunas los banqueros y los políticos). Otros en cambio, como Mario Conde en el pasado, habían sido encarcelados hasta 8 años sin piedad. La mayor parte de estos ineptos eran cargos políticos que tomaban decisiones políticas, no técnicas, desde cajas de ahorros. Cargos políticos, préstamos políticos, indultos políticos, rescates políticos.  

En España no existe una verdadera separación de poderes. Es algo denunciado desde Europa y a lo que el gobierno español hace oídos sordos porque le conviene. Los dementes intentos de Ruiz Gallardón por amordazar al poder judicial y que motivaron una huelga de jueces este año se juntan con el caso del señor Pérez de los Cobos, Presidente del Tribunal Constitucional, nada menos, (¿Por qué nunca sonríe?) militante de la formación política gobernante, algo que él mismo ve como lo más natural. Y los jueces que investigan corrupción son machacados con llamadas amenazantes y trabajan con medios apropiadamente limitados. 

Tony Judt (muerto en agosto de 2010), polémico historiador y politólogo, comenta que en la actualidad hay una crisis de ideas, con la devaluación de las religiones, la caída del comunismo y la decepción del liberalismo con sus consecuencias visibles. Hace falta un periodo de libre mercado con límites, un intervencionismo estatal moderado, políticos con vocación de hacer el bien más que de hacerse con los bienes, ciudadanos capaces de congeniar austeridad con alegría. Un periodo de más limpieza moral, cultura del esfuerzo y emprendimiento.

UN MUNDO EN SILENCIO



He vuelto. Tener un ojo crítico trae sus consecuencias. He permanecido en silencio por circunstancias más que extenuantes, entre ellas un diploma de post-graduación en dermatología, un considerable incremento en horas laborales a la semana y el natural crecimiento en peso, altura y demandas de mis gemelas. 

Pero un calor interno mueve mi mano y me impele a reformular la realidad que llega a mi entendimiento con mis propias palabras, no tanto para informar a otros o para lucir o distraer, como para tratar de comprender yo mismo lo que sucede. Y es que ha sucedido tanto desde que escribí por última vez, que es imposible estarse quieto, dejar de ver y de comentar. 

En el mundo, el silenciamiento sigue siendo la actividad favorita de la delincuencia estatal organizada. Así, desde los gobiernos de Rusia o China o Vietnam hasta el ejemplar gobierno de Estados Unidos, todos coinciden en que atacar, invadir, asesinar, robar, espiar, aprisionar, secuestrar, torturar o envenenar son actos justificables mientras no se hagan evidentes las pruebas a través de una arrepentida confesión. Aquellos héroes suicidas como el soldado Manning o el señor Snowden  que se atreven a difundir hechos condenables por cualquiera que tenga una mínima moral interna, son perseguidos y encarcelados, les son negados sus derechos o simplemente son asesinados. Y desde esos gobiernos tratan de convencernos a base de hallar o inventar datos que menoscaben la imagen de esos héroes o de repetir que semejantes actos de libertad individual constituyen una amenaza para nuestra seguridad, tratan de convencernos de que los delincuentes son los otros porque su moral individual desafía el orden legal, sus reglas del juego.

Mientras, nadie ha juzgado a posteriori a esa gentuza que animó la invasión de Irak, con la consiguiente violación de soberanía, magnicidio del líder, el asesinato de población civil, expolio del país, y todo basado en informaciones falsas perpetradas desde agencias de inteligencia (¿Qué clase de inteligencia?) y animadas, difundidas y defendidas por políticos a sueldo de empresas interesadas en la invasión. Dick Cheney, George Bush hijo, Condolezza Rice, Colin Powell, y una larga lista de sujetos que deben dormir bien a base de creer en un Dios tallado a medida de su conveniencia, o a base de alcohol y pastillas, o quizás porque su desprecio por el resto de seres humanos, “the ordinary people” es hiperbólico.